17 oct 2012

A NUEVE AÑOS DE LA INSURRECCIÓN DEL 2003, SE COMPROBÓ EL CARÁCTER TRAIDOR DE EVO Y EL MAS CON LA AGENDA DE OCTUBRE

Juan Gutiérrez


Octubre de 2003, sacudió a Bolivia y al continente entero, obreros, campesinos, indígenas, clases medias, barrios populares y muchos más sectores se unificaron en la lucha para lograr tres grandes objetivos: 1) Nacionalizar e industrializar los recursos naturales, 2) Tierra, territorio y libre determinación de los pueblos indígenas y 3) La expulsión del gobierno de Sánchez de Lozada servil a las transnacionales; demandas que se las conoce como la “Agenda de Octubre”. Tras más de un mes de conflictos sociales y una dura represión que dejó más de 60 muertos, Gonzalo Sánchez de Lozada renunció a la presidencia el 17 de octubre de 2003. Los familiares de los caídos en octubre hasta hoy no recibieron la ayuda y apoyo digno por el gobierno de Morales, y tampoco se ha logrado la extradición de Goni para que pague por sus crímenes.



Toda la fuerza y ascenso de las luchas fueron conducidas por las dirigencias de entonces a la trampa dilatoria de la “Asamblea Constituyente”. En lugar de que la lucha unificada imponga por la acción la Agenda de Octubre, ocupando las empresas en poder de las transnacionales e imponiendo una verdadera nacionalización para lograr la industrialización del país, redistribuyendo los latifundios agroindustriales y asumiendo el poder indígena sobre sus territorios, las direcciones encabezadas por el MAS y secundadas por una variada fauna de burocracias sindicales convocaron a los trabajadores y el pueblo a confiar e ilusionarse en la Asamblea Constituyente.

Bolivia ahora tiene una nueva constitución, donde están anotados muchos derechos democráticos de diversos sectores, pero que no se cumplen, porque junto a esos derechos y como columna vertebral de la constitución está la declaración de la defensa desde el Estado de la propiedad privada y los intereses transnacionales, por eso mismo no debería sorprendernos que cuando este gobierno ataca a los trabajadores y los pueblos indígenas defendiendo los intereses empresariales y foráneos como en Colquiri, Mallku Quta y el TIPNIS, se justifique diciendo que está aplicando la constitución.

La traición de Evo y el MAS a la agenda de octubre, se ha confirmado desde el momento mismo en que pactaron con la derecha y los empresarios, en el 2008, para cambiar según sus intereses la propuesta de Constitución surgida en Oruro. Las tareas señaladas por la agenda de octubre, no podían ser cumplidas por un gobierno, como el de Evo, que en el día mismo de su posesión como presidente declaró que no tenía intención de expulsar a las transnacionales sino ser su “socio”.

A nueve años de la insurrección de octubre de 2003, siguen pendientes y vigentes las demandas de entonces, Nacionalización e industrialización, tierra y territorio, y la necesidad de un gobierno de obreros, campesinos, indígenas y el pueblo.

* El Artículo está en el Lucha Socialista N°30

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